Cartas a Erdosain es un viejo proyecto que comenzó siendo una serie de grabados hace unos siete u ocho años. Hoy es mi nuevo proyecto de poesía y lentamente va tomando forma. Debería decir que se trata de algo que en verdad sucedió, pero eso es lo que habitualmente se dice para justificar la escasez de imaginación. Así que, para ser honesta, algo de lo que está en estos textos sucedió y el resto es ficción, es decir, una forma poética de abordar la realidad...
I (fase uno)
Yo te invoco, Erdosain, parada acá en la lluvia de los techos de Constitución
vení, acercate a la náusea, a este pozo vacío y sin peldaños que es la ciudad
Erdosain el cruel
Erdosain el doliente
Erdosain el desaparecido
Vení que traje las cartas para armar una hoguera
Tanta palabra no salva de la locura si es abrigo de hospitales
si la bolsa de plástico negro bajo el brazo
si los huesos de mi cerebro
si volver fuera un verbo conjugable
II (interrupciones)
Nunca llegaste
a veces es así como sucede
una espina en el medio de la clase
una espina con manos, piernas y ojos que acusan
un dedo espina que se clava y que suplica en la llaga de la culpa
y todo eso que se acalla a cambio de una moneda
III (transfiguración)
Todos los Erdosain del mundo viven con sus fantasmas
juegan con ellos, los sacan a pasear
les inventan un nombre, una vida, una estrella de entrecasa
Y entonces llegan de verde los doctores
que saben de la demencia por haberla leído
en las manos del otro
en el cuerpo del otro
y arrean sin culpa con todos
si hay una celda para cada uno
si hay treinta mil patíbulos que esperan
no se agolpen, muchachos
les trajimos la razón