Anuncia entre sus dedos
la rebelión de los peines
Desgaja el desamparo con su mano carnal,
lo vuelve poesía
Erguida entre escombros, cenizas y oráculos
constató incrédula las dimensiones
de sus abismos
De soslayo, busca su rostro
en las señales inequívocas del reverso de los espejos
Nació poeta,
pero ella
no lo sabe
1 comentario:
Gracias por trazar el renglón,
correr los márgenes
enseñame a no medir
la hoja ni el aire.
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